China suspendió toda cooperación con Estados Unidos en materia de calentamiento global y otras áreas, hundiendo las relaciones entre los dos países a su nivel más bajo en años en represalia por la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi.
La movilización de aviones y buques de guerra, el mayor simulacro militar de la historia de China cerca de Taiwán, prosiguió el viernes, también en reacción al viaje de Pelosi esta semana, con Taipéi criticando a su "malvado vecino" cuyas maniobras lo han rodeado, literalmente, durante tres días.
El ministerio chino de Exteriores informó de que Pekín "suspenderá las negociaciones estadounidenses sobre el cambio climático". También acusó a Pelosi de haber "interferido gravemente en los asuntos internos de China y socavado su soberanía e integridad territorial", y anunció "sanciones" contra ella y su "familia cercana", sin dar más detalles.
Los dos países más contaminantes del mundo se habían comprometido el año pasado a trabajar juntos para acelerar la acción climática, y prometieron reunirse regularmente para "abordar la crisis climática".
Pekín también dijo que suspendía la cooperación con Washington en otras materias como repatriación de inmigrantes ilegales, justicia, delincuencia transnacional y lucha contra las drogas.
La Casa Blanca, por su parte, convocó al embajador chino en Washington. "Hemos condenado las operaciones militares de China, que son irresponsables y contrarias a nuestro objetivo de larga data de mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán", afirmó el portavoz ejecutivo John Lee Kirby.
El jefe de la diplomacia china, Wang Yi, respondió acusando a Estados Unidos de tener "la costumbre de crear un problema y luego utilizar este problema para lograr sus fines". "Este enfoque no funcionará con China", advirtió.
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