Baja California, ubicado en la frontera norte de México, se erige como el segundo estado con el salario más alto en toda la República Mexicana. Con una cotización diaria de 652 pesos, aproximadamente equivalente a 40 dólares estadounidenses, parece prometedor a primera vista. Sin embargo, para los residentes fronterizos como Sandra de la O, esta cifra se queda corta frente al alto costo de vida en la región.
"Estamos en la frontera, y es la frontera más cara", expresa Sandra. "Las rentas son elevadas, al igual que el costo de la canasta básica. Las madres solteras, por ejemplo, apenas logran cubrir los gastos de cuidado infantil".
A pesar de que el salario pareciera competitivo en comparación con otros estados del país, el testimonio de Sandra revela una realidad distinta. Según ella, el gasto promedio en Tijuana, la ciudad más grande de Baja California, supera con creces los ingresos.
Jorge Fonseca, economista, ofrece una perspectiva esclarecedora: "Cuando ajustamos el incremento del salario mínimo con la inflación de los últimos años, observamos una pérdida real del poder adquisitivo".
La situación se torna aún más desafiante para familias como la de Sandra, donde incluso sus hijas deben contribuir económicamente. "La familia entera tiene que trabajar y apoyarse mutuamente, de lo contrario, el dinero simplemente no alcanza", señala.
Aunque las cifras oficiales indican un incremento del 41% en el salario en los últimos tres años, la informalidad laboral sigue siendo alta, afectando a un 38% de la población. Personas como Ana, de 57 años, enfrentan dificultades para encontrar empleo debido a su edad y falta de estudios.
El panorama económico en Tijuana se complica aún más por factores como el costo de la vivienda y la movilidad, que exceden el ingreso promedio de la ciudad. Ante esta realidad, las familias deben recurrir a diversas estrategias para mantener su economía a flote.
A nivel nacional, la Ciudad de México ostenta el salario más alto, con 752 pesos diarios, aproximadamente 47 dólares. Sin embargo, en un país donde el costo de vida sigue siendo un desafío, el verdadero valor del salario va más allá de las cifras en papel.