La Plaza de la Constitución, más conocida como el Zócalo de la Ciudad de México, se convirtió este sábado en el epicentro de la música tradicional mexicana, al albergar el cierre del primer Congreso Mundial del Mariachi. Más de mil mariachis se unieron en una interpretación colectiva de los emblemáticos temas “El Son de la Negra”, “El Cielito Lindo” y “El Rey”, un acto que no sólo emocionó a los asistentes, sino que también rompió un récord Guinness, superando a Guadalajara, que hasta ahora ostentaba la marca con 700 músicos en escena.
Con mil 132 mariachis tocando al unísono, el evento se consolidó como un hito en la historia de la música mexicana y celebró la importancia de este género como patrimonio cultural. "Y que nos perdone Guadalajara, pero la Ciudad de México es la capital del mariachi", afirmó César Cravioto, secretario de Gobierno capitalino, tras el memorable concierto. Las palabras de Cravioto no solo evocaron el espíritu competitivo entre ciudades, sino que también subrayaron el papel crucial de la capital en la preservación y promoción de la música tradicional mexicana.
El récord logrado fue el resultado de un esfuerzo conjunto que duró todo un año de preparación. La Cámara de Comercio, organizadora del evento, se encargó de coordinar a más de mil músicos provenientes de diversos rincones del país, quienes, bajo la dirección de sus agrupaciones, ofrecieron un espectáculo lleno de orgullo y pasión por la música vernácula.
“Este primer Congreso Mundial del Mariachi no solo celebra la grandeza de nuestro mariachi, sino que también busca posicionarlo como patrimonio intangible de la humanidad”, explicó David Cárdenas, miembro del área de Alcaldías de la Cámara de Comercio. A pesar de las complejidades logísticas, el evento resultó un éxito rotundo, no solo por el récord alcanzado, sino por el fervor con el que los mariachis, tanto veteranos como jóvenes, dieron vida a las notas que han trascendido generaciones.
La alcaldesa de Cuauhtémoc, Alexandra Rojo de la Vega, expresó su entusiasmo por el éxito del evento y se comprometió a seguir impulsando iniciativas culturales como esta. "Aquí hay voluntad para que se haga todos los años, que el gobierno de la Ciudad nos dé chance, seguro que sí", dijo, arrancando aplausos de los presentes. En respuesta, Cravioto aseguró que el gobierno capitalino estará siempre dispuesto a apoyar este tipo de eventos, brindando todas las facilidades para que el Zócalo siga siendo un escenario de eventos culturales de relevancia internacional.
La decisión de cambiar la sede de la clausura del evento, originalmente prevista en el Monumento a la Revolución, al Zócalo, fue una jugada estratégica de las autoridades para garantizar que el congreso tuviera el alcance que merecía. No solo se trataba de una celebración de la música, sino también de un mensaje claro sobre la importancia de la cultura como motor del desarrollo social.
Chuy Salinas, integrante de uno de los mariachis participantes, reflexionó sobre el impacto del evento: "Esperamos que esta música siga expandiéndose por el mundo y que las nuevas generaciones en México se sigan identificando con el mariachi como su identidad cultural", comentó con esperanza.
Con este primer Congreso Mundial del Mariachi, la Ciudad de México se reafirma como un pilar en la preservación y expansión de una de las tradiciones más representativas de la cultura mexicana, demostrando que cuando la cultura es un eje transversal, los resultados superan las expectativas y marcan un precedente histórico para las futuras generaciones.