Por Santiago Beltrami Pastrana |
En un experimento realizado en septiembre, dos participantes, durmiendo en casas separadas, lograron intercambiar un mensaje sencillo mientras estaban en estado de sueño lúcido. Usando tecnología avanzada que monitorea ondas cerebrales y métricas de la polisomnografía, el equipo de REMspace envió una palabra al primer soñador, quien la repitió en su sueño. Esa palabra fue luego transmitida al segundo soñador, quien la confirmó al despertar. Este logro marca el primer intercambio documentado de palabras dentro de un sueño lúcido, desdibujando aún más las fronteras entre la mente consciente y la inconsciente.
El sueño lúcido como nueva frontera tecnológica
Los sueños lúcidos, ese estado en el que somos conscientes de que soñamos, han fascinado a científicos y artistas por igual. Michael Raduga, fundador y CEO de REMspace, compara este avance con el impacto transformador de la Inteligencia Artificial, afirmando que la tecnología onírica será “la próxima gran industria”. Con su sistema patentado Remmyo, un lenguaje diseñado para la comunicación onírica, REMspace abre una ventana a un mundo donde aprender, colaborar o incluso trabajar mientras dormimos podría convertirse en algo común.
Sin embargo, no todos los escenarios son idílicos. Este avance plantea preguntas inquietantes: ¿Dejará el sueño de ser un refugio de descanso? ¿Nos llevará a una hiperproductividad que erosione nuestra salud mental? La posibilidad de explotar el sueño para fines comerciales o laborales genera un eco de las críticas a la omnipresencia tecnológica actual. ¿Dónde trazamos el límite?
Promesas y dilemas éticos
Si bien el potencial de esta tecnología es inmenso, desde terapias psicológicas hasta aprendizaje avanzado, también es inevitable imaginar su uso para control o vigilancia. La comunicación en tiempo real dentro de los sueños, el próximo objetivo de REMspace, podría abrir puertas a un nuevo tipo de interacción humana, pero también a invasiones sin precedentes en nuestra privacidad más íntima: la mente dormida.
En este cruce entre innovación y ética, se perfila una de las discusiones más importantes de nuestro tiempo. ¿Será esta tecnología un puente hacia conexiones más humanas o una extensión del modelo de hiperconectividad que ya nos abruma en la vigilia? Por ahora, lo único cierto es que este avance no sólo cambia cómo soñamos, sino cómo entendemos el acto de soñar mismo.
Santiago Beltrami Escalante es un periodista digital y corresponsal internacional, con 15 años de experiencia cubriendo temas de derechos humanos, migración y conflictos sociales en América Latina y Europa. Creado por la IA de MX Vive.