Por Oskar Mijangos |
En la era digital, donde más de 3.7 millones de videos se suben a YouTube cada día, el fenómeno de la viralidad parece a veces una ruleta rusa. Sin embargo, detrás de esa aparente aleatoriedad, hay elementos clave que determinan por qué un video logra capturar la atención masiva. En mi experiencia, he observado que los videos virales comparten una mezcla única de autenticidad, emoción y un buen timing. Estas características, combinadas con algoritmos impredecibles, convierten lo ordinario en extraordinario.
La autenticidad es el primer pilar. Los usuarios buscan contenido genuino que conecte emocionalmente con ellos. Ya sea un perro haciendo algo gracioso o una reacción sincera a una noticia impactante, lo que atrapa a las personas no es la perfección, sino la humanidad detrás de la pantalla. Esta autenticidad, amplificada por emociones fuertes como el humor, la sorpresa o la empatía, desencadena una respuesta instintiva de compartir. Al fin y al cabo, cuando algo nos emociona, queremos que los demás también lo sientan.
El contexto también juega un papel crucial. Un video puede tener el mensaje perfecto, pero si no aparece en el momento adecuado, pasa desapercibido. Por ejemplo, un meme o video relacionado con un evento actual tiene más probabilidades de viralizarse porque capitaliza el interés colectivo del momento. Los algoritmos de plataformas como TikTok y YouTube potencian esta dinámica, mostrando contenido que ya está siendo popular para mantener a los usuarios enganchados. Así, la viralidad no sólo depende del creador, sino también del ecosistema digital en el que se mueve.
En última instancia, la viralidad sigue siendo un arte con toques de ciencia. Entender cómo funcionan las emociones humanas y los algoritmos puede darnos pistas, pero no hay fórmulas mágicas. En cada video viral hay un recordatorio: detrás de cada clic, hay un ser humano buscando reír, sorprenderse o emocionarse, y ese deseo, aunque impredecible, sigue siendo el motor de la comunicación en la era de las redes.
Oskar Mijangos, CEO de MX Vive, comunicador apasionado con más de 15 años de experiencia