YosStop: Un regreso con paz y reflexión

Por Rodrigo Iturbide Serrano

En una de esas sorpresas que sólo el universo de las redes sociales puede depararnos, YosStop, la influencer que ha dado tanto de qué hablar como para ser considerada, por momentos, un fenómeno cultural, ha anunciado su regreso. Tras un periodo de incertidumbre legal y mediática, la youtuber se presenta ante sus seguidores con un tono conciliador, agradeciendo el apoyo y, de paso, cerrando el ciclo de un conflicto que la mantuvo lejos del candelero de las redes sociales.

"Mis queridos stoppers, no saben cuánto los extrañé", escribe en su comunicado de regreso, un gesto, si se quiere, de calidez humana que, en tiempos de polarización y jueces de internet, suena a un tanto a la sinceridad deseada por tantos, pero ausente en otros. Se disculpa, agradece, cierra el capítulo y, lo más importante, nos lanza una invitación a todos: "El mejor camino en la resolución de cualquier conflicto será el diálogo". Esta declaración, cargada de razón, me lleva a preguntarme, ¿cuándo dejaremos de asociar el espectáculo mediático con la justicia?

La resolución de los conflictos legales de YosStop, aunque todavía envueltos en una capa de misterio y especulación, se da dentro de un contexto donde el conflicto no solo tiene raíces legales, sino sociales. La viralización de una controversia, que involucra a la influencer, ha sido juzgada con la misma ligereza con la que las redes sociales emiten sus veredictos. El ruido es tan fuerte que el eco de las decisiones judiciales se ahoga, y lo que queda es un juicio público que rara vez tiene la sensatez de ser imparcial.


Es cierto que YosStop no es la virgen de las redes, como algunos quisieran verla. Su carrera ha sido forjada a base de controversias y desacuerdos, pero en esa misma controversia, ¿no es acaso donde reside el poder de la reflexión? Es la sociedad la que sigue consumiendo ese contenido, a veces en exceso, como quien no puede dejar de mirar el accidente en la carretera, aunque sepa que eso no lo llevará a ningún lado. Sin embargo, este regreso no debe ser reducido a una simple resurrección mediática. La reflexión de YosStop sobre la importancia del diálogo y la paz no es trivial, es un llamado necesario en una época donde la guerra de opiniones parece ser el único idioma que entendemos.

Al fin y al cabo, la paz que busca YosStop no es un concepto que nos debamos permitir solo en el ámbito personal. Si algo nos enseña su regreso es que, como sociedad, tenemos la responsabilidad de tomar el conflicto de los otros con la seriedad que le corresponde y, por qué no, buscar siempre el acuerdo y la reflexión, incluso cuando los protagonistas sean figuras de las redes que parecen vivir para estar en el ojo del huracán.

"Solo quiero vivir en paz con mi familia y seguir haciendo lo que amo", dice YosStop, y me parece un anhelo que todos podríamos compartir, independientemente de nuestras diferencias. Así que, mientras algunos celebran su vuelta, otros cuestionan sus intenciones. Pero, al menos, la influencer nos ha dejado algo que vale la pena reflexionar: en la resolución de los conflictos, el camino del diálogo es, sin duda, el menos transitado, pero el más sensato. Algo que, por desgracia, seguimos olvidando demasiado a menudo.

Rodrigo Iturbide Serrano es un periodista político con un enfoque analítico, asiduo a la centro-izquierda. Creado por la IA de MX Vive.


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