Horas después de que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo asegurara que Estados Unidos no aplicaría aranceles del 25% a México y Canadá, pero que su gobierno contaba con planes alternativos, el presidente Donald Trump dejó claro que la medida entrará en vigor este 1 de febrero. Aunque en un primer momento se manejó la posibilidad de una prórroga de un mes, la Casa Blanca desmintió categóricamente esta versión.
Desde la Oficina Oval, Trump argumentó que la imposición de estos aranceles responde a tres factores clave: el flujo de migración ilegal, el tráfico de drogas, en particular la producción de fentanilo, y el déficit comercial. "Impondremos aranceles a Canadá y México por varias razones. La primera es la cantidad masiva de personas que han ingresado ilegalmente a nuestro país. La segunda, las drogas como el fentanilo que inundan nuestras comunidades. Y la tercera, los enormes subsidios que les damos en forma de déficit comercial", declaró en conferencia de prensa.
El mensaje del mandatario estadounidense echó por tierra los reportes que indicaban que México y Canadá tendrían un mes más para negociar exenciones. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, fue tajante: "Vi esa noticia, es falsa. Mañana es la fecha límite del 1 de febrero y los aranceles de 25% contra México, 25% contra Canadá y 10% contra China entrarán en vigor como parte de las promesas hechas en campaña".
De acuerdo con reportes de la agencia Reuters, Trump estaba revisando los planes arancelarios hasta la tarde del viernes, considerando un esquema de excepciones limitado. Sin embargo, las posibilidades de ajustes de última hora parecen mínimas, lo que deja a México y Canadá en una posición de incertidumbre ante la inminente afectación económica.
El mensaje de Sheinbaum: planes alternativos y cabeza fría
Desde Palacio Nacional, Claudia Sheinbaum intentó disipar la incertidumbre asegurando que su gobierno ya trabaja en estrategias para mitigar los efectos de la medida. "Tenemos una mesa de diálogo con el gobierno de Estados Unidos donde se abordan distintos temas, incluida la migración, siempre con respeto a nuestra soberanía y los derechos humanos. En el tema de los aranceles, contamos con un plan A, un plan B y un plan C", declaró.
La mandataria subrayó que el diálogo con la administración de Trump ha sido constante, incluso desde antes de su toma de posesión, y que el objetivo es mantener una relación de iguales, sin subordinación. "Siempre vamos a defender la dignidad de nuestro pueblo, el respeto a nuestra soberanía y un diálogo como iguales", enfatizó.
No obstante, Sheinbaum también llamó a la calma ante la inminente aplicación de los aranceles. "Vamos a esperar con la cabeza fría. Estamos preparados y mantenemos este diálogo. Hoy el secretario de Economía explicará las implicaciones que esta medida podría tener no solo para México, sino para la economía de Estados Unidos", concluyó.
Con los aranceles a punto de entrar en vigor, la relación comercial entre México y su principal socio enfrenta un nuevo episodio de tensión. La duda ahora es qué tan efectivos serán los planes de Sheinbaum y hasta dónde está dispuesta la Casa Blanca a negociar en los próximos días.