Marcelo Ebrard, Secretario de Economía de México, se mostró optimista sobre el futuro de las negociaciones entre México y Estados Unidos, destacando la sólida relación comercial que ambos países han consolidado bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Durante su intervención en la 85ª Asamblea General Anual de la American Society of Mexico, Ebrard aseguró que la estrategia de la presidenta Claudia Sheinbaum ha sido clave para el éxito de esta relación y que, a pesar de cualquier desafío, "encontraremos puntos de acuerdo con Estados Unidos".
El secretario recordó cómo, hace seis años, las perspectivas de éxito en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) eran inciertas, pero enfatizó que el T-MEC ha demostrado ser una "historia de un éxito fenomenal", con un crecimiento en el comercio y la inversión del 37%. Ebrard destacó que, gracias a este acuerdo, la región de Norteamérica ha incrementado su participación en la economía global en un 3%, un dato que considera esencial para el futuro de la región.
En su discurso, Ebrard elogió la templanza y el enfoque pragmático de la presidenta Sheinbaum, quien ha guiado la relación con Washington con serenidad y cooperación. "No hay diferencias sustantivas entre México y Estados Unidos", subrayó Ebrard, quien también recalcó la voluntad de México de colaborar en temas como la lucha contra el fentanilo, un tema de preocupación mutua. "¿Quién puede estar en favor del fentanilo? Nadie, en su sano juicio", expresó.
Además, el secretario recordó que el T-MEC fue negociado y aprobado durante la administración de Donald Trump, lo que asegura la continuidad del acuerdo a largo plazo. En este sentido, Ebrard aseguró que "hay tratado para rato", enfatizando que la relación bilateral tiene bases sólidas para perdurar.
Por otro lado, Ebrard presentó el Plan México, una nueva estrategia para el desarrollo y la industrialización del país. Según el secretario, este plan tiene como objetivo principal aumentar el contenido nacional en los productos fabricados en México, reducir la dependencia de Asia y fortalecer la cooperación económica dentro de América del Norte, particularmente con Estados Unidos y Canadá. "Es una herramienta de planeación con objetivos verificables y concretos", añadió, destacando el impacto que tendrá este plan en las diferentes regiones del país, promoviendo el desarrollo tecnológico e innovación.
Con esta visión de futuro, México no solo busca fortalecer su comercio con Estados Unidos, sino también posicionarse como un actor clave en la economía global, aprovechando su cercanía con su principal socio comercial.