En un episodio digno de una escena cinematográfica, una mujer de 22 años dio a luz en plena vía pública, a escasos metros del Hospital de Gineco-Obstetricia No. 4 del IMSS en la Ciudad de México. La pronta reacción del equipo médico y de enfermería del hospital fue clave para garantizar la seguridad de la madre y su bebé.
Un parto inesperado
Vania, con 38 semanas de embarazo, inició el día con fuertes contracciones. Su familia, preocupada, decidió trasladarla a un hospital privado, ya que ella no es derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sin embargo, el destino tenía otros planes. A medio camino, la intensidad del trabajo de parto hizo evidente que no llegarían a su destino, y fue entonces cuando notaron la cercanía del hospital del IMSS.
"Mi cuñada pidió un taxi y le dijo al chofer que me llevara a la unidad médica más cercana. Apenas llegamos y en cinco minutos rompí fuente, lo único que pude hacer fue bajarme el pantalón y recibir a mi bebé", relató Vania con emoción y alivio.
La respuesta del IMSS: rapidez y compromiso
El personal de seguridad del hospital alertó al equipo médico, quienes actuaron de inmediato. Angélica López Basurto, enfermera general, fue una de las primeras en atender la emergencia. "Fue un evento muy rápido. Cuando llegamos, el bebé ya había nacido. Ligamos el cordón umbilical y con ayuda del personal de camillería y vigilancia trasladamos a la madre y al recién nacido al área de Urgencias", explicó la enfermera.
El bebé, un varón que pesó 2.590 kilogramos, fue recibido en el área de Pediatría para una evaluación médica exhaustiva. Al no ser derechohabiente, no se contaba con antecedentes de control prenatal, por lo que los especialistas realizaron un monitoreo detallado. Tras cuatro días de observación, tanto la madre como el bebé fueron dados de alta en óptimas condiciones.
Un derecho garantizado: la emergencia obstétrica
La directora de Enfermería del hospital, Mtra. Norma Elizabeth Torres Soza, destacó la coordinación del equipo multidisciplinario en este tipo de casos. "Nuestro objetivo es salvaguardar la integridad de las madres y sus hijos, sin importar su derechohabiencia. Este es un compromiso que asumimos con responsabilidad y vocación", afirmó.
En México, el IMSS garantiza atención médica a mujeres no afiliadas cuando presentan una emergencia obstétrica, con el propósito de reducir la mortalidad materna. Casos como el de Vania demuestran la importancia de esta política, que permite brindar asistencia inmediata y salvar vidas.
Antes de dejar el hospital, Vania expresó su gratitud al personal que la atendió. "Gracias por ayudar a quienes lo necesitamos. Ahora mis niños están esperando a su hermanito con mucho amor para irnos a casa los cinco juntos", dijo entre lágrimas de felicidad.
Este episodio no sólo resalta la importancia de contar con un sistema de salud eficiente, sino también el valor humano de quienes trabajan en él. En una ciudad donde cada segundo cuenta, la rapidez y el compromiso del personal del IMSS hicieron la diferencia entre un momento de angustia y una historia con final feliz.