Paquita la del Barrio: el adiós a la voz contra los hombres abusivos


La música mexicana llora la partida de una de sus voces más auténticas. Francisca Viveros Barradas, nuestra querida Paquita la del Barrio, falleció a los 77 años en su hogar de Alto Lucero, Veracruz. La noticia fue confirmada a través de sus redes sociales, donde se leyó un mensaje que resumía el sentir de millones:

"Con profundo dolor y tristeza, confirmamos el sensible fallecimiento de nuestra querida ‘Paquita la del Barrio’, en su hogar en Veracruz, siendo una artista única e irrepetible que nos dejará una huella imborrable en el corazón de todos los que la conocimos y disfrutamos de su música”.

Paquita, símbolo del despecho y defensora de las mujeres, convirtió su vida marcada por el desamor en un himno colectivo. Con éxitos como "Rata de dos patas" y "Tres veces te engañé", su voz se volvió el eco de aquellas que alguna vez fueron traicionadas. Su historia personal, tejida de dolor y lucha, fue el alma detrás de cada verso que entonaba.

Del desamor a la inmortalidad

Originaria de Veracruz, Paquita conoció la dureza de la vida desde muy joven. A los 15 años vivió un matrimonio fallido con un hombre 30 años mayor, experiencia que sembró la semilla de esa lírica cruda y frontal que más tarde la haría célebre. En 1970, llegó a la Ciudad de México junto a su hermana Viola, formando el dueto Las Golondrinas. Sin embargo, su carrera se truncó cuando su hermana partió a Sudamérica.

Paquita, lejos de rendirse, abrió una fonda y luego un pequeño restaurante en un barrio popular, donde cantaba entre platos y copas. Allí nació una de sus frases más legendarias: “¿Me estás oyendo, inútil?”, un reclamo improvisado para su esposo Alfonso Martínez, quien llegó al local tras una parranda. La anécdota se convirtió en un estandarte del desquite femenino y uno de los símbolos de su legado.

La voz de las que callan, el grito de las que sienten

Fue en 1985, tras presentarse en televisión, cuando la popularidad de Paquita despegó. Con su estilo ranchero, entre mariachi y banda, desató aplausos y polémicas, rompiendo esquemas con su frontalidad. Sus canciones, escritas en su mayoría por Manuel Eduardo Toscano, se volvieron himnos de resistencia femenina y de desahogo ante el engaño.

Paquita produjo más de 30 discos, vendió 20 millones de copias y recibió un premio Billboard en 2011. Su vida fue llevada a la televisión en 2017 y, en 2021, incursionó en la política, buscando una diputación local en Veracruz, aunque sin éxito.

Un legado eterno

En los últimos años, la salud le pasó factura y se alejó de los escenarios, pero nunca de la memoria colectiva. Su última cita con el público estaba agendada para el 16 de marzo en el Auditorio Nacional. Hoy, ese escenario se queda vacío, pero su voz resuena más fuerte que nunca.

Paquita no solo cantó para las mujeres, sino por ellas. Su vida fue una declaración de lucha, y su legado, un refugio para quienes alguna vez sufrieron una traición.

Y ahora que se va, solo queda preguntarle al cielo:

¿Nos estás oyendo, inútil?

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