Detrás de estas cifras se encuentra la operación de “Blindar BJ360°”, una estrategia integral que el alcalde Luis Mendoza ha convertido en el eje rector de su administración. No se trata solo de patrullas o rondines. Se trata de coordinación efectiva con la Secretaría de Seguridad Ciudadana, atención directa a problemáticas urbanas y, algo que parece olvidarse en otros rincones de la ciudad: escucha activa a las y los vecinos. “Aquí sí tenemos una estrategia de coordinación, prevención y combate a los delincuentes”, enfatizó Mendoza al celebrar el reconocimiento.
El crecimiento en la percepción de seguridad desde 2019 es contundente: de un 46.3% a un 79.6%, lo que significa que 8 de cada 10 habitantes dicen sentirse seguros en su entorno. En un país donde lo contrario suele ser la norma, esa estadística se convierte en una bocanada de aire fresco. Pero también en una vara alta que la propia alcaldía deberá seguir superando.
Con una inversión de 130 millones de pesos para fortalecer Blindar BJ360°, el mensaje del gobierno local es que este no es el punto de llegada, sino de partida. “Vivimos en una alcaldía con la mejor calidad de vida, donde podemos caminar tranquilos, convivir en familia y disfrutar de nuestros espacios públicos”, dijo Mendoza. Y en un contexto donde la confianza ciudadana es cada vez más difícil de ganar, Benito Juárez se perfila no solo como un referente de seguridad, sino como un modelo replicable de cómo el orden y el tejido social pueden caminar de la mano.
En tiempos donde la desconfianza institucional campea por todo el país, el caso de Benito Juárez deja una pregunta en el aire: ¿qué pasaría si se replicaran estrategias como esta, pero con voluntad política real y vocación de servicio? Tal vez, en lugar de normalizar el miedo, podríamos empezar a institucionalizar la tranquilidad.
Tags:
CDMX